

Recordando a mi hermana Bita
Bernabita Caceres nació el 11 de Junio del año 1930


Hija
​Mi hermana Bita como HIJA fue la mayor de todas. Desde muy niña se distinguió por ser obediente a mis padres y dedicada a sus estudios y quehaceres de la casa. Como la hermana mayor, Bita se ganó el respeto y admiración de mis hermanas y el mío por su sincero amor con todos y la integridad de su persona. Bita fue la hija que siempre cuidó por mi papa Antonio y mi mama Celia, dondequiera Ella estuviera. Y siempre lo hizo con filial amor, respeto y como una buena hija a pesar del tiempo y la distancia.
Mama Celia tenía siempre una deferencia especial para Bita. Recuerdo muy bien como niño y adolescente, que mi mama mandaba encomiendas a Bita con mucha regularidad, de Trujillo a Lima, por la agencia de viajes Chinchaysuyo. Los biscochos y alfajores de “Castaneda” no podían faltar, así como frutas y otras cosas para que Bita lo disfrutara con su familia. Así era la manera que mi mama Celia, de una manera sencilla, pero con mucho cariño y dedicación, manifestaba su amor de madre a Bita.
Es por eso por lo que con motivo de celebrar las Bodas Matrimoniales de Oro de nuestros padres Antonio y Celia, Bita y yo, fuimos honrados como la madrina y el padrino en la misa de Agradecimiento en la Iglesia de la Medalla Milagrosa en Trujillo en 1,978. Este festejo conto con la asistencia de mi cuñado Luis Caceres Silva, hermanas, y demás miembros de la familia, incluyendo mi hermana Nathalie.
Hermana
Bita como HERMANA nos enseno con palabras y con su ejemplo como amarnos y cuidarnos como hermanos. Todos nosotros, sin excepción, le teníamos el mas alto respeto y estima personal. Recuerdo que cuando vivíamos en la calle Leoncio Prado en Jesús María, cuando Bita llegaba a la casa nos esforzábamos en mantenerla limpia y en orden porque sabíamos que Bita nos iba a chequear y que todas las cosas tenia que estar bien y no “solo donde lo iba a ver la comadre.”
Para muchos de nosotros, en nuestros corazones, Bita fue más que una hermana. Para mi en particular, fue como una segunda mama. Tengo muchas lindas memorias que sería largo para contarlas. Por ejemplo, en uno de los veranos que pase en su casa de Miraflores, Bita me llevo a un oculista, compro mis lentes e incluso me llevo a un especialista entrenado en los EE. UU. para probar los “lentes de contacto” que recién llegaban al Perú.
Bita fue nuestra madrina de matrimonio con Fe el 19 de Junio de 1993, y con Bita caminamos juntos hacia el altar en la Iglesia St. Hedwig.
Después de la muerte de mis padres, Bita persevero en su role como la hermana mayor de todos, comunicándose con nosotros y ayudándonos de una manera u otra en lo que estuviera a su alcance.
Bita siempre mantuvo una relación muy cercana con Clarita y sus hijos- Joseph y Christopher. Cuando Joseph se enteró del fallecimiento de Bita dijo –“Mi tía Bita va a estar con mi mama Clara y sus otras hermanas en el cielo.” Y Christopher mensaje –“Yo estoy contento de haber conocido a mi tía Bita cuando estuve en el Perú, y en mi viaje a Trujillo.”
Lo mismo paso con Choco y sus hijos. Bita siempre ha sido una tía muy querida y especial para todos ellos. Recuerdo muy bien, que Bita llego a la casa de Margarita días después de su entierro y Miguelito, Elizabeth, y Sandra abrazaron y lloraron junto con su tía Bita; aunque fue Bita quien les dio el soporte moral y el consuelo que ellos necesitaban en esos momentos difíciles.
En los últimos anos, a pesar de su precaria salud, Bita quiso que le informe y coordine el cuidado de Vilma quien tenía cáncer de la mama con metástasis al cerebro para que sus cuidados de hospicio y otras necesidades de salud se logre en la casa de mi prima Mariza. Lo que hice hasta que Vilma falleció.
A estas alturas, Bita continúo comunicándose conmigo y mi hermana Rosa. Por un buen tiempo conversábamos regularmente por teléfono los domingos en la tarde. Rosa falleció a fines de Noviembre del 2021, pero con Carito decidimos no hacerle saber a Bita.







Enfermera
Bita como ENFERMERA fue una dedicada y super “ángel de compasión.” Bita estudio en la única escuela de enfermería en ese entonces -el Hospital del Arzobispo Loayza en Lima. Yo he sido testigo de su auténtico amor y dedicación en brindar servicios de salud a los enfermos.
Fue Bita, la que trajo a Lima a Clarita para que la operaran de urgencia. Fue Bita la que me llevo a Lima para que unos de sus amigos cirujanos me vuelvan operar y curar la herida en la pared del abdomen después de mi operación de apendectomía en Trujillo cuando estuve en Pre-Medicas. Fue Bita quien cuido de su suegro—el papa de Luis Caceres Silva—cuando tuvo la oportunidad de hacerlo. Fue Bita quien dio animo y soporte moral a todas mis hermanas con Cáncer del seno -Clara, Margarita, Luciana, y Vilma.
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Bita, como la primera enfermera y la hermana mayor en la casa, fue la que planto la semilla de servicios médicos a los demás. Gracias a ella, Clarita siguió sus pasos y se convirtió en la segunda enfermera de la familia. Por más de 25 años, Clara trabajo con dedicación en la unidad de cuidados intensivos en Lakewood Regional Medical Center en California. Bita, fue también la que inspiro a Choco a estudiar enfermería en la Universidad Nacional de Trujillo. Y finalmente, para mí, Bita fue un instrumento de mayor importancia en mi decisión de estudiar y seguir la carrera de medicina.
Pero la historia no termina allí. Su hijo menor, David estudio también medicina y se convirtió en un especialista de los pulmones estudiando en uno de los mas prestigiosas escuelas y hospitales en Lima. Miguelito, el hijo mayor de Choco también es doctor y cardiólogo con especialidad en arritmias del corazón. Elizabeth y Gianfranco, son enfermeras licenciadas vocacionales. Christopher, el hijo de Clara, es pediatra trabajando en Minnesota; y Joseph es profesor de radiología tecnológica y director del departamento en el Long Beach City College. Finalmente, Steven mi hijo, escogió una segunda carrera y Dios mediante, se gradúa como enfermera en Diciembre de este ano, y Joseph Caceres está estudiando para ser técnico en radiología bajo la dirección de Joseph, hijo de Clara.
Bita Matrimonio
Por lo que yo sé es que en los años que Bita trabajaba en el Hospital Arzobispo Loayza, conoció al Sr. Luis Caceres Silva, se enamoraron, se ennoviaron, y con mutuo consentimiento y el de sus padres se casaron por la autoridad civil y religiosa en la Iglesia de San Francisco en la ciudad de Trujillo.
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Después de la Misa, todos los invitados estuvieron en nuestra casa de Huallaga 109. Se sirvió el almuerzo, bebidas, y también muchas personas bailaron con la orquesta de Manolo Álvarez. Como a las 3 pm Lucho y Bita se fueron de luna de miel, pero la fiesta siguió hasta después de las 8 pm. Recuerdo que miraba a las parejas bailando y los músicos tocando boleros y canciones de esa época.
Esta foto es muy preciosa para mí. Paradas, comenzando por la izquierda esta mi hermana Clarita, Rosa, Luciana, y Adriana. Al lado de Lucho, esta mi papa con Vilma parada y Dorita sentada en sus piernas. Al lado de Bita, esta mi mama Celia, Margarita que mira a Lucho y Bita cogidos de la mano; y Pepe como el único hombre de la familia.
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Bita como ESPOSA en mi opinión fue una mujer enamorada de su esposo y muy fiel por el resto de su vida. Como una recién esposa y experimentando una nueva etapa en su vida, me imagino que Bita supo adaptarse a las exigencias y demandas como esposa de un funcionario que seguía avanzando en su carrera en la Inmobiliaria San Andrés.
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Inicialmente, Lucho y Bita vivieron en un apartamento. Recuerdo que después que nació Carolina, su papa casi a diario le traía algún juguete como manifestación de su amor paterno. Me imagino que Bita muy pronto tuvo que aprender a cuidar de las necesidades de su esposo, y de su primera hija como la única luz de sus ojos.
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Cuando tenía 10 años por allí, recuerdo que mi cunado me llevo a comer helados cerca de la casa y después se estaciono en el lote Capitán José Quiñones 280 en Miraflores donde me dijo iba a construir su casa. Esta fue una memorable experiencia para mí, ya que solo Lucho y yo íbamos en su carro, lo que me hizo sentir como una persona muy importante.
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Tenemos que comprender que no hay una pareja o una familia perfecta. Así que, como todas las parejas y las familias, estoy seguro de que Bita en su papel de esposa tuvo muchos retos que afrontar, pero al final del día por las muchas fotos de cumpleaños de Carito, Lourdes, Luchito y David que nos mandaba podía ver que sus dos hijas y sus dos hijos crecieron en un hogar donde el respeto y el amor fueron solidos valores.




Madre
Bita como MADRE fue una abnegada mujer con un genuino amor y dedicación completa a sus hijos. Estoy convencido que Bita y su esposo dieron lo mejor que eran y tenían por cada uno de sus hijos en cuanto a crianza, educación, y la practica de valores humanos que son fundamentales en la vida y futuro de los hijos.
Como Lucho, Bita fue muy generosa conmigo de invitarme a pasar algunos veranos en su casa. Recuerdo como David le gustaba jugar en la tina llena de agua con un “patito” amarillo de plástico cuando se banaba. Con Lucho y David jugamos muchos partidos de futbol en el jardín de atrás de la casa de Bita y rompimos muchas flores y plantas en el proceso. Ella nunca nos regano, pero nos pedía ser más cuidadosos la próxima vez que jugáramos.
Como ocurre en otras familias, cada uno de mis sobrinos tenían diferente personalidad e inclinaciones por explorar la vida, especialmente cuando fueron adolescentes. A Lourdes por ejemplo le gustaba las corridas de toros y fue una aficionada activa en el ruedo; Carolina aprendió a tocar el piano; Luchito mas recatado; y David mas extrovertido y lleno de vida para jugar y explorar las cosas a su alrededor.
Estoy seguro de que Carito, Lourdes, Lucho y David tienen muchos memorables y lindos recuerdos acerca de todas las cosas pequeñas y grandes que su Mama Bita hizo por cada uno de ellos, desde que fueron niños hasta que lograron el éxito como adultos.


Amiga
Bita como AMIGA se destaco como una leal y muy buena amiga con su circulo de amistades que supo cultivar desde que fue estudiante de enfermería. A través de los anos, Bita desarrollo amistades con sus vecinos y las madres de los amigos de sus cuatro hijos. En este sentido, Bita participo en las actividades de las escuelas y colegios de sus hijos, y en las parroquias cercanas a su casa.
Sin embargo, lo que mas me impresiono fue su amor, dedicación y trabajo voluntario a su “alma mater” del Hospital Arzobispo Loayza donde trabajo como voluntaria por muchos años hasta que su salud ya no le permitió hacerlo. Para este fin, recuerdo que mi hermana me pidió una contribución para el “Voluntariado del Hospital” lo que lo hice gustosamente, y me mando mi recibo inmediatamente como ella quiso.
Y esto es lo que realmente me hace sentirme muy orgulloso de mi hermana Bita. Allí en el Hospital, en el voluntariado, se paso muchos días, semanas, meses y años trabajando porque quería de corazón hacer una gran diferencia en la vida de todas las personas que necesitaban su ayuda.
Allí Bita persevero y atendió e insistió en ir al hospital por lo menos una vez a la semana al punto de que caminaba con un bastón para no caerse.
Bita siempre vivió una vida de amor y servicio por los demás, comenzando con su familia, y extendiendo su esfuerzo y habilidad para hacer siempre el bien sin mirar a quien.
Legado
Bita LEGADO para sus hermanas, para su hermano Pepe y para sus cuatro hijos es el de seguir su ejemplo no por lo que hizo o por las cosas materiales que tuvo, pero por lo que Bita fue en sí misma, por la integridad de su persona y los valores humanos que vivió.
Para Bita, el amor y dedicación a su esposo y sus hijos fueron prioridad en su vida.
En verdad, Bita fue relativamente feliz en esta tierra porque se olvidó un poco de sí misma a cambio de servir y ayudar para apaciguar las necesidades de otros en peor condición que Ella.
Bita fue una mujer única en el sentido que de una manera sencilla y callada supo vivir una vida grande a los ojos de Dios porque estaba al tanto en hacer las ordinarias cosas de cada día de una manera extraordinaria y por amor a su núcleo familiar y más allá.
Es mi sincero deseo que la partida de Bita -el 30 de Abril del 2022- a Nuestro Padre Celestial sea una ocasión especial y única para que su familia este mas unida que nunca en el amor de Dios y del uno al otro para así honrar la memoria de Bita y Lucho, sus padres, que hicieron lo mejor por todos y cada uno de ustedes.
Ya no es tiempo de mirar al pasado o preocuparse por el futuro que solo Dios sabe como será. Ahora es el tiempo de vivir en el presente y perdonarse el uno al otro por los percances grandes y pequeños que ocurrieron en el tiempo pasado -porque la vida es muy corta para abrigar resentimientos que no pueden existir en la mente y el en corazón de los hijos de unos padres tan amorosos.





Bernabita Caceres falleció el 30 de Abril del año 2022.
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Yo sabía que respetaba, admiraba y quería mucho a mi hermana Bita, pero nunca comprendí cuanto y cuanto la quería hasta que se la llevo Nuestro Señor.
Gracias a Carolina y David, yo supe que mi hermana estaba muy enferma. Inicialmente decidí viajar la primera semana de Abril, pero cuando iba a comprar los pasajes leí los requerimientos para regresar a los EE. UU. en cuanto al COVID se refiere y no tuve la valentía de confiar en Dios y viajar. El 17 de Abril compre los pasajes para viajar con Fe a Lima y visitar Bita el primer fin de semana de Mayo y pasar el Dia de la Madre con Bita. Lourdes también viajaba de la Florida y nos íbamos a encontrar allá.
Nunca estuve tan entusiasmado de viajar al Lima para ver a mi hermana como esta vez. La mañana del sábado 30 de Abril comencé a preparar mis maletas, cinco días antes de viajar el 5 de Mayo en la noche. El mismo día, mientras trabajaba en la casa haciendo papeleo, Lourdes me dio la triste noticia que Bita acababa de morir alrededor de la 1:30 de la tarde -hora de California. Para ese entonces yo ya había orado dos rosarios por Bita.
Inmediatamente cancelé mi viaje y fui a misa de 5 pm. Aparentemente estaba tranquilo. Sin embargo, al día siguiente me puse a llorar como un niño sin consuelo al sentirme huérfano otra vez de haber perdido a mi hermana mayor que para mí fue como una segunda madre.
Todo el día prácticamente estuve en el teléfono comunicándome con Natalia que voló a Lima el mismo día, y con Adriana que llego a Lima en la noche. Me comunique con Carolina y David y le pedí a Carito que ordene tres arreglos florales a nombre de la familia y a Natalia le pedí que ordene uno más. No tuve hambre y no pude dormir.
El lunes tuve que ir a trabajar en la mañana, pero solo vi los pacientes que estaban programados para cateterismo cardiaco. A la 1 pm hora del Perú, la misa del funeral de Bita oré el rosario y una hora después a las 12 estuve en St. Peter Chanel en la misa por el alma de mi hermana Bita.
